viernes, 11 de agosto de 2017

Cocuy pecayero...

Estimados lectores, trasncribo acá un artículo de  fecha 10 de Enero del año 2016 muy completo que habla de un producto tan nuestro como el Araguaney, "El Cocuy" y en este caso el que se elabora en la población de Santa Cruz de Pecaya, municipio Sucre, Coro, Estado Falcón .  

Porque solo conociendo, respetando y disfrutando lo nuestro, haremos una mejor Venezuela.



 

Cocuy pecayero: 
Una bebida de tradición ancestral que apunta al mercado internacional

Pecaya, 10 Ene. AVN.- Entre las montañas más imponentes de la serranía del estado Falcón, en el occidente de Venezuela y a unos 40 kilómetros de Coro, capital de la ciudad, en la carretera vieja Coro - Churuguara, está ubicado el municipio Sucre, que acobija la población de Santa Cruz de Pecaya, localidad que hoy en día destaca por el fruto más importante de sus raíces ancestrales: el cocuy de penca.
Una Denominación de Origen Controlada (DOC) fue otorgada por el Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual (Sapi) en el 2001 a productores agrupados en la Asociación de Fabricantes Artesanales de Cocuy Pecaya (Asofacocuy).
La presidenta de la Asociación y también productora, Lourdes Navarro, apodada y conocida por todos como Moncha, comentó que esta distinción otorgó prestigio a la bebida por su carácter garante de calidad y salubridad, lo que además ha conllevado a la divulgación profunda del licor en el mercado nacional e internacional, para prontamente trascender con la exportación.
Esta DOC, única en el país para una bebida, fue promovida desde el Centro de Investigaciones y Estudios de Zonas Áridas (Cieza) de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (Unefm).
"Una Denominación de Origen es un reconocimiento de carácter nacional e internacional, otorgada a productos de probada calidad, donde se demuestra una relación directa con la cultura de una región determinada. Todos los productos con denominación de origen son productos muy prestigiosos", señaló la profesora Miriam Díaz, ecofisióloga vegetal, propulsora de la solicitud de esta distinción y coordinadora del Cieza.
El cocuy pecayero; el verdadero, el puro y permisado, es procesado actualmente por 73 productores agrupados en esta asociación, quienes han conformado una empresa de distribución, que en la actualidad exhibe las marcas: Lucerito, Santa Lucia, Caja de Agua, Mi Empeño, Dàtires, Ángel Divino e Indio Sunure.





Lucha ardua

Más de 25 años dedicados a la producción de cocuy de penca contabiliza Moncha en su haber. La falconiana recordó que la actual prestancia del licor, de producción artesanal, ha sido una gesta dura que tiene una lucha histórica desde 1974, cuando fue declarado ilegal.
"Hemos conservado en la comunidad esta práctica de nuestros ancestros, pero eramos perseguidos por las fuerzas del Estado, la Guardia Nacional nos quitaba los alambiques, nos destruía la producción, no dejaba que trabajaramos, lo hacíamos de forma clandestina. Ya entre los años 1990 y 1992 nos organizamos para ir a las instituciones gubernamentales a pedir el apoyo para que nos dejaran trabajar y unos años más tardes lo conseguimos", sentenció.
Tras esta lucha, se inició el apoyo a la promoción y resguardo de la práctica ancestral de producción de cocuy con la creación del Programa Agave de la Universidad Francisco de Miranda y las investigaciones que adelantó el CEIZ y que más tarde dieron lugar a la sentencia del Sapi, que reserva a productores, fabricantes y artesanos de Pecaya la producción de la bebida o productos derivados de la planta como tejidos y artesanías.
"Se iniciaron una serie de estudios con la participación de importantes investigadores: químicos, biólogos, antropólogos, historiadores y microbiólogos, de estas investigaciones resultó que había un grupo de artesanos que estaban fabricando el cocuy puro de penca, 100% de agave. Se determinó que era una práctica precolombina, incluso antes de que llegaran los españoles", destacó la profesora Díaz.



Vida ancestral y artesanal

El carácter artesanal de la producción de esta bebida es lo más destacado del producto, cuya materia prima es la hierba Agave Cocui, planta que por la calidad climatológica y la riqueza mineral de los suelos pecayeros germina en la zona y alcanza la madurez ideal en nueve años para ser procesada hasta conseguir el distinguido licor.
"El clima, el microclima y los suelos de Pecaya son únicos, ricos en calcio. Son suelos muy característicos donde los agaves crecen y tienen un metabolismo particular que hace que durante el día fabrique los azucares y los ácidos los acumula en la noche. Estas condiciones son únicas, te llevas el agave de allá y lo pones en otro lado y no es igual", explicó la docente universitaria.
Por su parte, Moncha subrayó que en otrora la producción de cocuy pecayero se hacía en ollas de barro por los indígenas, se piensa que eran ayamanes. Para ella, la confección del licor no es trabajo sencillo y lo más importante es la conservación del proceso artesanal del mismo.
A su juicio, desde cortar la planta hasta su cocción, debe hacerse con gran pericia, para garantizar la calidad y autenticidad de la bebida que inicia su confección con la selección de la penca que es lanzada en un hoyo de 1,80 metros de profundidad que se hace en la tierra, debajo de la planta hay leña y piedra caliza, que sirve para generar el calor que la cocinará. Se cubre con la misma hoja hasta obtener tres metros de altura, aproximadamente, esto para evitar que se escape el vapor.
"Pasados cuatro o cinco días vamos con lo que llamamos palo guía que es introducido hasta donde está la materia prima, si el palo viene oscuro se destapa y si viene claro es sinónimo de que le falta la cocción. Destapar antes de tiempo es pérdida del trabajo. Todos estos conocimientos son ancestrales", aseveró.
Tras destaparse es llevado al pilón, espacio donde se tritura el agave horneado, para ser pasado a la llamada lavadora (una pipa) y más tarde al denominado burriquito, una especie de prensa que sirve a la extracción del jugo.
"El líquido recolectado va ahora a ser fermentado, tras esto va al alambique (unidad de producción del cocuy) donde está el ollón, donde es vertido el líquido fermentado listo para cocinar, el rectificador y un enrollado que le decimos culebra, que es un pipote lleno de agua para el enfriamiento del vapor que trae el líquido y convertirlo en la bebida", añadió.
Entre 22 y 40 días demora el proceso en el que son recolectados al menos 250 litros del imponente licor.
Hasta 20.000 litros por año tienen permitido legalmente producir los artesanos de Pecaya, según la normativa ISO y COVENIN 662, creada exclusivamente para regular la producción y comercialización del producto.







Atención: bebida distinguida

La profesora Miriam alertó que tras el auge dado por la Denominación de Origen han surgido productos elaborados a partir de la fermentación de la caña de azúcar y con poco contenido del agave, que pretenden ser expendidos como cocuy pecayero, atropellando la práctica artesanal y propiciando un grave peligro para la salud del consumidor.
"Existen sólo dos tipos de cocuy pecayero: el tipo 1, premium, elaborado 100% de agave y el tipo 2, que sólo puede llevar hasta 10% de azúcar añadida al jugo cuando se está fermentando. El cocuy pecayero no es un aguardiente, hay que diferenciar que el aguardiente tiene más de 20% de azucares de otras plantas y ya deja de ser cocuy de agave puro", enfatizó.
Con mucha fuerza, la investigadora insistió en que todos los licores producidos artesanalmente del agave en la jurisdicción deben ser sometidos a las pruebas químicas que encabeza la Unidad Piloto para el Procesamiento de Licores Artesanales de Agave y el Laboratorio de Análisis Químico de la UNEFM, ambas sedes instaladas en la zona para resguardar la calidad del producto. Además de esto, deben ser sometidos a los controles del Comité Regulador liderado por Asofacocuy y otras 11 instancias más, entre ellas Fundacite Falcón, el Servicio Autónomo de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) y Ministerio de Salud.
"Cuando la gente siente que eso es picoso o que regaña, como popularmente se dice, eso no es agave, es aguardiente. Tenemos que advertirle al consumidor, que hay gente que usa urea y fosfato para que le rinda la destilación. Hay gente que está haciendo aguardiente de caña de azúcar que tiene un altísimo contenido de dos cosas muy peligrosas para la salud, que son el furpural y el metanol y le meten dentro una penca de cocuy para que huela a cocuy", aseguró.
El licor original y legalmente autorizado es expendido en una botella transparente, de 0.70 ml, con etiqueta ovalada negra, por un lado tiene el nombre del artesano que lo hace y por el otro las etiquetas que refieren el registro sanitario, código Sencamer y el sello de envasamiento en la Unidad Piloto para el Procesamiento de Licores de Agave (UPPLA).





Mercado internacionales

México y Argentina han mostrado efusivamente la necesidad de incorporar el licor pecayero, comparado con el tequila y el mezcal mexicano, a los anaqueles de bodegones, centros gastronómicos y otros establecimientos comerciales. Esto tras la participación de la Asofacocuy durante el Agave Fest, celebrado en ambas naciones durante el mes de septiembre de 2015.
Las gestiones para la exportación del producto avanzan en los entes gubernamentales, y este año se estima inicien hacia estas dos importantes plazas internacionales.
"La exportación exige calidad y continuidad en la producción, justamente para garantizar que esta exportación se produzca debemos garantizar la siembra, en ese intereses del mercado estamos trabajando, tiene que salir lo mejor de lo mejor", asentó Díaz.
Informó sobre la creación de un programa de conservación de agave en Pecaya, que prevé la creación de viveros de agavé para la producción in vitro de la planta y para los artesanos la obligación de dejar plantas madres en cada sitio donde cosechen y además hacer subplantaciones de 2 hectáreas por año, con más de 10.000 plantas cada una.
Por lo pronto, en Venezuela, la Academia de Gastronomía Venezolana, con sede en Caracas, en la capital del país, premiará con una mención especial del Tenedor de Oro la producción artesanal del cocuy, por su valor gastronómico, honrando la sostenibilidad de la calidad y de la labor artesanal y de identidad de los productores y fabricantes de Asofacocuy.
Un producto distinguido en todos los mercados que ha sido degustado comienza a posicionarse, ahora bodegones, restaurantes y bombonerías de la capital venezolana, el estado Miranda y de zonas como Coro y Punto Fijo, comienzan a incorporar la bebida en sus ofertas, y de esta forma comienza a conquistar espacios e imponerse este ancestral y patrimonial producto.

Dayana Iraola AVN 10/01/2016 10:53
Tomada desde la web de la Agencia Venezolana de Noticias. 
Solicitada autorización para su publicación, pero lamentablemente nunca recibí respuesta. 


Vicente A. González H. 
Fotografías de Vicente A. González H. 
Academia de Sommelier de Venezuela. 




  

domingo, 6 de agosto de 2017

Finca la Celia...



Para el año 2011 en el blog de la Sociedad Gastronómica deMérida, escribí algo sobre Finca la Celia y su vino Supremo, comentaba sobre algunas características de la bodega y especialmente de este vino. 

La Celia. Late harvest, 2008.



Hace pocas noches tuve la posibilidad de disfrutar un vino del 2008 como es su "Late Harvest" o cosecha tardía el cual se presentó ya luego de 9 años posterior a la cosecha, impecable, de un color dorado  intenso, más bien caramelo limpio y brillante. Un vino que invade con sus aromas el ambiente, un vino de aromas muy intensos, a miel, caramelo y que no provoca despegar la copa de nariz, para mantenerse enamorado de su elixir.  Un vino dulce, totalmente equilibrado porqué su nivel igualmente de acidez así lo logra.






Esto me llevó a consultar su sitio web  donde puedo observar como su vino "Heritage" en su añada 2013 es elegido entre los mejores 100 vinos según la revista Wine Enthusiast en el año 2016. Hoy este vino es 100% Malbec, pero hace algunos años se hacía con Cabernet Franc, que fue como lo conocí.

La Celia. Heritage.



También presentan su vino "Elite", Malbec en un porcentaje importante pero igual es acompañado de Cabernet Franc  y Tannat .


La Celia.  Elite.



Igual disponen en su portafolio de “Pioneer”  como varietales con paso por barricas,  con 4 presentaciones diferentes, Cabernet Sauvignon,  Malbec, Cabernet Franc  y  Chardonnay. Vinos que conociendo su trabajo deben ser de gran altura y excelentes representantes de cada cepa.

La Celia. Pioneer.



Y por supuesto sus vinos reserva, en donde se reporta un blanco Pinto Grigio al igual que Cabernet Sauvignon, Malbec, y Malbec más Cabernet Franc.


La Celia. Reserva.



No encuentro que sucedió con “Supremo”, y por supuesto quien me llevó a revisar la web que era su “cosecha tardía”.

Solo les puedo decir que botella donde observen este logo, botella que deben comprar y disfrutar.    

La Celia.


Con ustedes una foto actual de tres botellas de sus vinos años anteriores y que aún permanecen en guarda y listas para ser disfrutadas.

Diferentes vinos de La Celia.


Recuerda que son "Pioneros en el Valle de Uco"


Tradición y la fuerza de un legado.

Salud.

Vicente A. González H.
Academia de Sommelier de Venezuela.




lunes, 24 de julio de 2017

Vermú, Vermut, Vermouth...






¿ Sabes que es el Vermú ?




Es un licor de vino de origen Italiano, ajenjo (planta perenne como de un  metro de altura, bien vestida de ramas y hojas un poco felpudas, blanquecinas y de un verde claro, amarga, algo aromática y de uso medicinal) y otras sustancias amargas y tónicas, que se toma normalmente como aperitivo.

Sin duda alguna es uno de los reyes del aperitivo. También es llamado vermut o Vermouth.




La bebida, sin embargo, no siempre es igual. Encontramos varios tipos principales, el vermú rojo o negro con origen italiano y más dulce, el blanco, creado en Francia, más seco y de mayor graduación alcoholica, siendo el rojo,  el más común. Igualmente, menos común pero igual amados se encuentran el rosado y el dry. 

El proceso de elaboración varía de un fabricante a otro, pero generalmente comienza con un vino blanco de bajo nivel alcohólico, a veces añejado, al que se le añade caramelo según la variedad, el cual le infunde color, y un poco de azúcar, para hacerlo más dulzón.

Tras estos primeros pasos, el resultado es infusionado con una amplia variedad de hierbas y botánicos, pudiendo llegar a estar entre  50  a 80 variedades de hierbas siendo responsables del sabor y diferencia entre las marcas. Terminada esta maceración, tras otros procesos como el del filtrado y tal vez un descanso en barrica, el vermú se embotella.

El vermú está viviendo una nueva etapa dorada, eso gracias a los nuevos productores artesanos que están recuperando la tradición del vino macerado, innovando al incorporar botánicos insólitos e ingredientes que marcan el carácter local de cada marca.

El Vermú es un vino fortificado (se le agrega alcohol una vez terminada la fermentación) saborizado con hierbas aromáticas.

Podemos encontrar gran cantidad de frases sobre el vermú en la historia, y una de las más conocidas fue la que popularizó James Bond que decía :     "agitado no revuelto" 

Pero también podemos encontrar en la literatura:

“La dosis de Martini es como la
de los senos femeninos:
uno es poco, tres son demasiados,
dos son perfectos.”

 
 "El verdadero vermouth de Torino,
típico, genuino, debe ser preparado
exclusivamente a base de
Moscato de Canelli”


“El vermouth ayuda la digestión;
purifica la sangre, produce un sueño
tranquilo y regocija el corazón"





“Un Martini me manda al paraíso
de lo contenta que me pone,
dos me mandan debajo de la mesa y
tres debajo del anfitrión.”



Biografias consultadas.
-http://www.bonviveur.es/
-http://www.museudelvermut.com
-Real Academia española



Vicente A. González H.
Academia de Sommelier de Venezuela.
1era. Promoción Mérida.

Salud!







viernes, 14 de julio de 2017

¿Qué es un vino con Brett?...

 Feliz día amigos seguidores.  Hoy leyendo un poco la información que la revistas digital Vinetur me envia constantemente me encontré con este artículo, el cual me permito copiar integramente para su conocimento, discusión y debate.

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Recientemente, en un conocido restaurante, con una de las mejores cartas de vino que podamos encontrar, detectamos "brett".
La percepción olfativa de estos fenoles volátiles resulta controvertida ya que los descriptores sensoriales tipo animal (ratón, establo, cuadra, animal, orín de caballo, etc), que genera esta levadura son considerados tradicionalmente un defecto.



No obstante, se abrió un interesante debate ya que algunos consideran que estos compuestos, en baja concentración, contribuyen a la complejidad aromática del vino. Cabe mencionar que existen bodegas que tratan de que aparezca el causante de ese "olor para unos y aroma para otros" de forma controlada, ya que sostienen que les da un toque de complejidad y tipicidad.
Por otro lado, no cabe duda de que en concentraciones altas enmascaran completamente el perfil sensorial. Así pues, la reflexión nos llevó a la siguiente pregunta.


¿Existe una corriente de esnobismo que se empeña en llamar cualidad a lo que tradicionalmente se considera un defecto?

Aquí podríamos entrar en un largo debate, ya que algunas estadísticas muestran que en casi 2 de cada 3 vinos tintos envejecidos que se comercializan se aprecia "brett". El mayor problema reside en que en la actualidad el mercado exige intensidad de fruta, aspecto que es difícilmente compatible con la brett.
Asimismo, si tenemos menores concentraciones de fenoles volátiles y jugamos con el concepto de complejidad, derivaría, por norma general, en un menor nivel de fruta. Es decir, según las tendencias, tendríamos un vino menos comercial. La eterna diatriba entre terroir y envejecimiento, y demanda del mercado.


Por cierto. ¿Qué es "Brett"?


Así es como conocemos coloquialmente a la levadura brettanomyces, descubierta inicialmente en la cerveza por Claussen en el año 1903 (documentada científicamente en 1904) y en la fermentación de mostos por Kufferath en 1921. En el mundo del vino, hubo que esperar hasta 1940, año en que la hizo relevante Custer, así como a los estudios "Sur les Brettanomyces isolés de raisins et de vins" de Peynaud, E. y Domercq, S. (no confundir con Domecq), allá por 1956.
Las levaduras del género Brettanomyces, o su forma teleomórfica (nombre que reciben las especies que presentan reproducción sexual y en consecuencia, formación de esporas por meiosis) Dekkera, son las que tienen mayor interés enológico. En la actualidad se recogen cinco especies diferentes (B. bruxellensis, B. naardensis, B. anomalus, B. nanus, B. custersianus), siendo la más relevante en enología la Brettanomyces bruxellensis.



A título anecdótico, cabe mencionar que en el mundo de la cerveza, muchos elaboradores, tanto amateurs como profesionales, se han interesado estos últimos años por estos tipos de levadura -de la que se pueden encontrar varias cepas comerciales- para dar una mayor complejidad y diferenciación a sus elaboraciones. Históricamente se usa, por ejemplo, en la elaboración de ales belgas, particularmente lambics y gueuzes, potenciando su sabor amargo.
Aun así, en el mundo del vino tiene muchos detractores, por lo que en bodega se suelen utilizar medidas de profilaxis para la erradicación del "problema". Desde el punto de vista enológico se corre el riesgo de que si evoluciona demasiado, vinos con diferente tipicidad terminarían presentando aromas similares, por lo que se perdería tipología varietal e identidad. Es decir, la esencia de cualquier vino de calidad.



También debemos mencionar que en muchos foros se ha tratado la "brett" como una "infección por levaduras" o "una levadura de efectos destructivos", lo que no es del todo cierto ni razonable. De hecho, esa levadura está en la mayoría de los ambientes fermentativos. Un concepto diferente es que, en exceso, sí pueda desarrollar efectos no deseados como los ya mencionados olores a ratón, pis o sudor de caballo. Aunque con esos nombres, cualquier atisbo de brett parecerá un notable defecto.
En su descargo, un ligero toque "brett' en algunos vinos, puede ser una interesante aportación a su complejidad organoléptica y convertirse en un aroma a tener en cuenta. Recomiendo la lectura del artículo "Understanding Brettanomyces", de Tom Ostler, publicado para Cornell University Agricultural Research Station ya que contempla interesantes datos y reflexiones.
Cabe mencionar que este tipo de levadura puede proceder de la viña o encontrarse en bodega, pero no suele acarrear problemas durante la fermentación. Al ser un hongo de crecimiento muy lento y complejo, una de sus características principales es que se desarrolla en la madera de los viejos depósitos o en las barricas con muchos usos, por lo que el problema suele materializarse durante el almacenamiento y envejecimiento del vino.



Como hemos avanzado, la brettanomyces favorece la formación de fenoles volátiles y produce elevadas cantidades de ácido acético generando ese olor, generalmente conocido como de "animal o de establo", que podemos apreciar en algunos vinos de estilo tradicional y elaborados bajo largos períodos de crianza. Evidentemente, si es muy notable, se convierte en una característica desagradable y en un defecto, tal como ha sido tratada la brett tradicionalmente. Aun así, para algunos un toque de brett puede parecer interesante, ya que le aporta al vino un toque de "granja" que asocian a cierta complejidad y tipicidad. Cabe destacar que algunos vinos, como el Chateau Musar, contienen altos niveles de "brett", dándoles un carácter muy distintivo.

Aunque, por el contrario, la búsqueda de un carácter más varietal y afrutado, siguiendo la tendencia del mercado, aconseje eliminar toda relación con "brett". Casi todo, en su justa medida, tiene cabida en el apasionante y plural mundo del vino. Es por ello que para la descripción de fenoles volátiles es recomendable diferenciar entre «umbral de preferencia» y «umbral de detección». Así pues, el debate está servido.

¿Y tú? ¿Qué opinas? ¿Has detectado "brett" en alguna ocasión? ¿Cualidad o defecto?

Artículo tomado de la página de Vinetur. Revista digital del vino.
Autorizado para su publicación.
 

Vicente A. González H.
Academia de Sommelier de Venezuela.

viernes, 23 de junio de 2017

Vinos Orgánicos versus Biodinámicos...

Los conceptos de "vino orgánico" y "vino biodinámico" son dos términos que se escuchan y se leen cada vez con más frecuencia en nuestros días, pero la realidad indica que son técnicas de cultivo y elaboración mucho más antiguas de lo que nos imaginamos, y hasta en algunos casos se podría hablar de todo un modo de vida por parte de sus productores.
 
¿Cómo se hace un vino orgánico y uno biodinámico? ¿Qué los distingue de los demás vinos? ¿Son mejores, hay diferencias de calidad?

En esta nota vamos a describir sintéticamente estas dos maneras de realizar vinos y sus resultados, ya que hacerlo en forma detallada nos podría llevar tranquilamente todo un libro, sobre todo por la biodinámica.

Entonces, vamos a comenzar por lo más sencillo entre ambos: Los vinos orgánicos. Dentro de este mismo concepto, establezcamos tres escalas diferentes:
                              A) viñedo orgánico, B) vino orgánico, C) certificación orgánica.

A) Para que un viñedo sea considerado orgánico debe carecer totalmente de tratamientos con pesticidas, herbicidas, fertilizantes, antibióticos y cualquier otro producto sintético y/o tóxico. También está prohibido utilizar máquinas cosechadoras y tractores que dañen la planta o el fruto. En cambio, se prioriza el uso de productos naturales como el estiércol o el compost, y el suelo es protegido con coberturas vegetales, siendo trabajado el viñedo en forma manual. En el caso de existir enfermedades en las vides, se utilizan exclusivamente productos permitidos, como por ejemplo el caldo bordelés (cal, sulfato de cobre y agua). Hasta aquí, tendríamos un viñedo orgánico, pero si lo que queremos lograr es un vino orgánico, debemos cumplir también con las reglas de elaboración.

B) Está prohibido (a modo de resumen) utilizar uva dañada o alterada, sistemas de vendimia violentos (máquinas), clarificar con tanino o caseína, prensados y estrujados excesivos, procesos térmicos sin autorización, acidez volátil superior a 0,70 gramos por litro, no utilizar tapones de corcho natural entero. Por otra parte, están permitidas y autorizadas el resto de las prácticas comunes para la vinificación y guarda de los vinos, con determinados parámetros de regulación en el caso de productos agregados (ejemplo: levaduras, soluciones sulfurosas). Cumpliendo dichas reglas, ahora sí tendríamos nuestro vino orgánico. Pero faltaría certificarlo.

 C) Podemos colocar en la etiqueta de nuestro vino que el mismo está elaborado bajo normas orgánicas, pero de allí a la certificación hay una brecha. Para que el producto logre esa distinción, los organismos oficiales certificadores van a controlar todos los procedimientos en el viñedo y en la bodega, cerciorándose que los mismos son cuidados y sostenidos en el tiempo. Llegado el caso de que los entes certificadores comprueben que las acciones seguidas se encuadran dentro de la normativa, el viñedo y el vino obtendrán la certificación oficial orgánica. Este proceso demanda unos años.

Ahora bien: ¿Estos vinos son mejores gustativamente hablando que los elaborados tradicionalmente? No. ¿Son peores? No. ¿Son distinguibles en una cata a ciegas? No, o muy difícilmente. ¿Entonces? La diferencia radica en un estilo de producción, mucho más respetuoso con la materia prima y con el medio ambiente, más "limpio", no agresivo. Y teniendo en cuenta las restricciones de agregados químicos, podríamos llegar a decir que hasta más sano. Y, generalmente, más caros.

Pero si hablamos de vinos biodinámicos...aquí la cuestión es mucho más profunda. Además de todo lo anterior, entran en juego los signos del zodiaco, las fases de la luna, el sol, preparados especiales enterrados dentro de cuernos de vaca, la homeopatía, los ciclos biológicos, etc, etc. La biodinámica es una ciencia en sí misma. Es lo ultra-natural llevado a su máxima expresión. Se la suele calificar como una rama de lo orgánico, mucho más restrictiva y puntillosa.

La biodinamia nace en Alemania en la década de 1920, de la mano del filósofo y escritor austriaco Rudolf Steiner. Luego de muchos años de estudio y perfeccionamiento, sus bases se fundamentan en regirse por el calendario lunar para realizar todas las labores en el viñedo y en la bodega, estudiar la posición de los demás astros para comprender y regular los procedimientos, las ondas de frecuencias energéticas, trabajar sólo con compuestos orgánicos y naturales, respetar las fases solares, entender la viña como un microcosmos dentro de otro, que es el planeta, que a su vez está inmerso en el macrocosmos, y que todo funciona interactuando como un gran ciclo de vida.

Se trabaja el suelo con preparados especiales naturales, como por ejemplo estiércol enterrado dentro de un cuerno de vaca durante toda una estación, hasta el solsticio, donde se desentierra para proveer al terreno de la inmensa cantidad de microorganismos generados. Se usan también preparados especiales a base de cuarzo molido, lo cuál beneficia tremendamente la fotosíntesis, plantas medicinales y homeopáticas para prevenir y curar plagas o enfermedades, y todo regido fundamentalmente por la luna, ya que cuando la luna está en creciente, así como influye sobre las mareas, también lo hace sobre los fluidos, como la savia de las plantas.

Así, por ejemplo, se recomienda podar con la luna en menguante, puesto que la savia no fluye con tanta fuerza y la planta cicatriza más rápido. Pero la biodinamia va más allá aún: todos los productos utilizados deben tener un origen natural, no fabricado, y la bodega debe ser autosuficiente. Entonces eso demanda la cría de animales para abastecerse de alimentos (leche, huevos, carnes) y de estiércol para los preparados, de plantaciones para darle de comer a esos animales y a las personas, etc. En resumen, todo un estilo de vida. A tal punto, que aquellos que se encuentran en la vereda de enfrente, catalogan a la biodinamia como algo esotérico.
Dentro de la bodega, las normativas son tan estrictas como en el viñedo, evitando el uso de bombas, aditivos y coadyuvantes de todo tipo y color. Y por supuesto, lograr una certificación oficial biodinámica lleva todo un largo periodo de trabajo y profunda dedicación. Por último, las mismas preguntas que para los vinos orgánicos: ¿Estos vinos son mejores gustativamente hablando que los elaborados tradicionalmente? Probablemente si. Resultan con una concentración natural sorprendente, a causa de los extremos cuidados brindados. ¿Son distinguibles en una cata a ciegas? Muy posiblemente, no siempre.
Las bodegas que aplican la biodinamia en Argentina (por ejemplo Colomé en Salta, Noemía y Chacra en Río Negro) poseen vinos fueras de serie, ante lo cual, si nos vamos a guiar por los resultados, su filosofía es muy exitosa. Igualmente, alrededor del mundo hay vinos biodinámicos muy buenos, buenos, y de los no tan buenos; tal como sucede con los vinos elaborados tradicionalmente. Pero la biodinamia, conceptualmente, es un modo de entender la vida y la interrelación de todas las criaturas con el medio y el cosmos, va mucho más lejos de que si un vino es más rico que otro.


Por Diego Di Giacomo
http://www.devinosyvides.com.ar
Sommelier - Miembro de la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores
Fuente: www.devinosyvides.com.ar/nota/187-como-son-los-vinos-organicos-y-los-vinos-biodinamicos


Infrormación tomada de: 
http://www.anbariloche.com.ar/noticias/2012/12/16/33055-como-son-los-vinos-organicos-y-los-vinos-biodinamicos


sábado, 29 de abril de 2017

Bodega Septima...







Bodega Séptima, se encuentra ubicada en la provincia de Mendoza, Argentina, con sus fincas en la zona de Agrelo, al pie de la Cordillera de los Andes, proponiendo una amplia variedad de vinos y espumosos argentinos.

Su arquitectura, el estilo de la construcción, los materiales empleados y la disposición de los espacios hacen del lugar un referente indiscutido entre las bodegas mendocinas de la última etapa de la vitivinicultura argentina.

La bodega ocupa un área de 5500 m2 y cuenta con una capacidad de 3.000.000 de botellas.

Bodega Séptima, con más de 150 hectareas plantadas y con equilibrados niveles de producción, ofrece una amplia gama de productos para el amante del buen vino y de los exquisitos espumosos.

Su principal objetivo es ser  una bodega distintiva por su historia y calidad enológica, su elegancia en las acciones, su excelente relación precio/calidad en cada una de las categorías que compite, y estar entre los 20 principales exportadores de la Argentina.


Bodega Septima.

Pertenece al grupo Codorníu familia de viticultores desde el siglo XVI, pioneros en la industria del cava, elaborando su primera botella al aplicar método tradicional con la combinación tradicional de las variedades Macabeo, Xarello y Parellada. 

La experiencia acumulada a lo largo de tantos años es la filosofía que orienta a la empresa tanto en España como en Argentina y Estados Unidos  donde el grupo posee propiedades.
Codorníu es la historia del cava. 

Bodega Séptima dispone de una variedad importante de vinos tranquilos,  donde su Enologa,  la Sra. Paula Borgo presenta desde su tope de línea Gran Reserva en tres versiones: -Blend (Malbec, Cabernet S y Tannat) -Malbec  y  -Cabernet  Sauvignon.   Adicionalmente dispone de "Séptima Obra", "Séptima varietale" y sus "cosechas tardías", dejando por ultimo y no menos importantes la serie de espumosos "María Codorníu" y que actualmente se  consigue en Venezuela.

María Codorníu nace en el año 2003 y es la línea de espumosos "ultra premium" de Bodega Séptima.    Es un vino espumoso elegante, 100% elaborado con uva Chardonnay del Valle de Uco, fermentado el 40% en barrica de roble americana.  Su cosecha es manual a muy tempranas horas de la mañana. Su elaboración es por el método tradicional y la segunda fermentación en botella es por 12 meses mínimo.    
Sus aromas y sabores corresponden a manzana verde, vainilla y tostados.  Es cremoso, frutado, complejo y completo.
María. Codorníu Sur. Brut.


Se habla de la Versión aristocrática de los espumosos argentinos.


Solo te invito a buscar uno de sus vinos y disfrutarlo.  



¡Salud!

Vicente A. González H. 
Sommelier. 
Academia de Sommelier de Venezuela. 



domingo, 9 de abril de 2017

Sauvignon Blanc o Fumé Blanc ?...






Seguramente nos hemos encontrado en los anaqueles vinos que llevan por nombre "Sauvignon Blanc Fumé" o incluso solo la palabra "Fumé Blanc".




Este tema seguramente es causa de confusión pero es bueno dejar claro que si hay diferencias entre estos dos vinos aunque se realizan a partir de la misma uva.  




Para comenzar a distinguir entre éstos dos términos  debemos decir que  el  Sauvignon Blanc, es una cepa originaria del valle de Loire y Bordeaux en Francia  siendo conocida por ser muy adaptable a los distintos terruños. 






Esta uva es de gran tradición en Francia y se ha trabajado con ella durante décadas, se elaboran vinos de gran cuerpo, muy aromáticos, frescos y generalmente se utiliza como mono varietal, pero puede ser mezclada con Semillón para obtener vinos elegantes.  
Existen dos denominaciones principalmente que cultivan esta uva: (*Sancerre y *Pouilly-Fumé). Los vinos que se producen aquí son los que marcan la pauta a seguir para el resto del mundo: de una altísima expresión.  La otra denominación con viñedos de uvas sauvignon Blanc es Bordeaux.  En el área de *Graves se producen vinos blancos secos, mientras que en *Sauternes y *Barsac  es acompañada de la cepa blanca semillón se elaboran vinos dulces.

Sauvignon Blanc
  
Es importante comentar lo siguiente, para el viejo mundo (Europa) la manera de presentación del Sauvignon Blanc debido a su terroir, condiciones climáticas  es diferente a su expresión en América y de ahí es que en los Estados Unidos esta cepa se tomaba como un vino poco serio, sin carácter incluso dulce y en algunos casos lo llegaron a describir como mediocre.   


Para final de los 60, Robert Mondavi, uno de los máximos exponentes de la vitivinicultura Americana, producía vinos a partir de Sauvignon Blanc, aunque eran vinos amables y de grandes características, su éxito en ventas no era nada halagador, pues la fama precedía a éste tipo de vino en dicha región y fue entonces que en 1968 luego de vivir en Francia decidió cambiar la forma de producción de ésta varietal pasando su elaboración del estilo Americano al estilo Francés y armar un nuevo proyecto de marketing actualizado. 



Se trata de cambiar completamente el estilo de un vino dulce y sin presencia a un vino elegante y seco de gran aroma, esto lo logró realizando la fermentación en barrica y dejando que las levaduras consumieran todo el azúcar para llegar a un vino seco de complejas características, es aquí donde entra el vino llamado Fumé Blanc,  Robert Mondavi decidió llamarle así pues el estilo de elaboración era parecido al tradicional francés Pouilly-Fumé.

"Fumé" literalmente se traduce en "humo", pero esto no tiene nada que ver con un sabor "ahumado" en el vino, aunque eso es una noción popular. En cambio, se refiere a la niebla de la mañana que cubre el Valle del Loira y es "tan gruesa como el humo". Cualquier olor a humo o sabores en Sauvignon Blanc para America, son de envejecimiento en barricas de roble tostado y definitivamente no se debe a cualquier aroma o carácter de sabor inherente a esta variedad de uva.

Para el Loira (Poully-Fumé) y Sancerre,   la composición de la tierra en estos viñedos produce un ligero aroma a humo, como si recién hubiéramos disparado una pistola y no por tener paso por barrica. 

Castillo de Molina. Sauvignon Blanc Fumé.
Aunque algunas bodegas pueden elegir la fermentación del barril de roble,  envejecimiento en roble o ambos, el uso de la palabra "Fumé Blanc" en una etiqueta no requiere que el vino fermentado  haya pasado por barril o tenido contacto con cualquier roble. 


"Fumé Blanc" es entonces simplemente un sinonimo aprobado para Sauvignon Blanc ya que no existen regulaciones que limiten el uso del "Fumé" en los vinos secos.  Incluso hay marcas que han embotellado el mismo vino bajo las diferentes etiquetas con el fin de ganar mayor espacio en los anaqueles.

Un verdadero "Fumé Blanc", es un vino seco que lleva su fermentacion en barrica, es de gran complejidad y pasa de poseer aromas de frutas tropicales como piña, guayaba y platano a melazas, esparragos, mango y manzana verde

Páginas web consultadas. 

-http://laparra-anda.blogspot.com. 
-http://winepros.org/
-http://www.deliciasdebaco.com 
-https://thetastinggroup.wordpress.com
-http://vinisfera.com. 


Salud!

Vicente A. González H.