sábado, 9 de febrero de 2019

El vino viaja por España... IV parte






Ya era domingo  03 de junio habíamos disfrutado de dos grandes zonas vitivinícolas de renombre para entrar en teoría a una territorio con una Denominación de Origen más sencilla.  Navarra, ese era el destino  y para comenzar,  una bella familia nos recibía en su bodega personal, solo ellos dos y nuestro grupo, sus nombre Mary y José Manuel Echeverría, dos personajes con vastos conocimientos en el mundo del vino deciden abrirse campo haciendo vinos diferentes.  
El nombre Bodegas Alzania  y una vez más fuimos gratamente sorprendidos por nuevas etiquetas, por nuevos vinos poco comunes de un muy alto nivel a precios razonables.   















De verdad, lo que hacen en silencio es maravilloso.  Es un imperdible total y luego de 3 horas conversando y conociendo la parte teórica y física  de su razón de ser, pasamos una vez más y como cuando viajes con amigos a casa de amigos, a la cocina fuimos a dar. 

















Sin protocolos, pero todo en orden,  todo perfectamente organizado y donde Mary se destacó en cada plato servido y por supuesto José Manuel se lucía de manera sencilla destapando y explicando cada botella. Una de las cosas buenas de este viaje y que volvería a realizar una y mil veces fue darnos el tiempo necesario para conocer y conversar sobre lo que queríamos conversar. 


Sin presión, sin desgaste, solo nutriendo el alma, el espíritu y por supuesto el cuerpo.  Ya para hoy con todo y que el 70 % de las mañanas hacía mis caminatas antes de salir había ganado muchos amigos y 2 kilos. 



Esta imagen anterior es el frente de esa pequeña gran bodega descrita anteriormente. Cada cosa en su lugar, con gente espectacular.  

Las familias navarras preparan cada otoño su pacharán desde hace más de 800 años. La elaboración es muy sencilla, macerar durante 3 meses arañones navarros (endrinas) en anisado, y todas las familias llaman igual al resultado: Gure Pacharán.









Camino al hotel visitamos el puente la Reina cruzamos el Rio Arga y paso de peregrinos del camino a Santiago.  

La noche llegaba y compromisos adquiridos con un restaurante amado por Mikel no permitía que pudiéramos pasar por alto la cena.  

Un día muy activo, y algunas personas del grupo  se rindieron  ante  los brazos de Morfeo,  pero como se dice ¨la pelea es peleando¨ y a Melbourne en Pamplona llegamos.  Vinos, vinos, también tomamos vino y muy rico comimos.   Cada quien decidía su destino, lo importante todos felices.



















En momentos pienso que debería simplificar esta crónica pero no considero justo para las personas que nos recibieron con tanto esmero y para mi recuerdo y memoria dejar pasar por alto alguno de los eventos.  



Por ejemplo como no contarles que el día 04 de junio nuestra primera visita fue  Conservas Iturri, en Arróniz, Navarra, una empresa familiar que procesan productos de temporada.  Como pueden ver en fotografías la suerte de estar en  temporada de espárragos blancos, Algunos conocerán los famosos cojonudos, pero también comercializan pimientos, alcachofas, tomates, aceites de oliva y muchas cosas más.  




























Que grato momento con un alto nivel de aprendizaje ver este proceso y lo mejor fue entrar a su cocina y degustar todo. 










Luego nos trasladamos hasta una bodega diferente, Quaderna Via,  donde Jorge hoy nuestro amigo luego de explicarnos todo su proceso de como obtener vinos Orgánicos a la antigua usanza con la tecnología del siglo XXI,   pudimos degustar cada una de las propuestas incluyendo sus nueva línea e incluso como plus nos llevamos algunas botellas entre ellas de espumoso que luego de regreso el último día a Madrid en el autobús pudimos disfrutar.  









Este día tanto Jorge como su padre nos hicieron sentir en casa y así mismo como cuando visitas al amigo y te hace parrilla en Venezuela, así mismo fue.  


























En esta oportunidad un pequeño diferencial nos acompañó, deliciosas cerezas recién cosechadas.











Debíamos continuar aunque en cada lugar nos queríamos quedar.  Salir de Igúzquiza fue difícil pero en algunos momentos el tiempo apremia y compromisos también debíamos cumplir.


En Pamplona nuestra estadía fue de tres noches pero no podía ser menos con tanto por disfrutar.  




Estar en esta ciudad y no hacer un recorrido guiado por un maestro como fue Saul de enjoy_pamplona  era perder sustancia;  Se acercaba las ferias de San Fermín e hicimos el recorrido del encierro, disfrutamos y conocimos en lo alto de la ciudad las murallas, sus alturas y con ello una vez más el horizonte, el infinito y la inmortalidad del ser se hacían presentes.   



*Dicen las crónicas, que los primeros en desafiar las prohibiciones que impedían correr delante del ganado, fueron los carniceros del Mercado de Santo Domingo. De ahí que, es esta cuesta, la cuesta de los carniceros, fuera habitual verles correr con su particular indumentaria, sus mandarras blancas anudadas a la espalda las camisas remangadas. Una de las teorías dice que, de ellos proviene el tradicional traje blanco.* 


Ya teníamos una semana de aventuras, llena de placer, y conocimiento.  Cada instante que vivíamos este maravilloso grupo tomaba cuerpo y la amistad se afianzaba.  


Ya luego de caminar sus estrechas calles  observando sus balcones y los lugares por donde los encierros en tan pocos minutos cruzan cada mañana llegamos a decir ¨A  San Fermín pedimos por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición ¨


Salud y hasta la próxima semana. 
Vicente A. González.
Integrante de la Sociedad gastronómica de Mérida. 
Sumiller, Sommelier. 






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